Presentación:
“Escuchas Frágiles”, de Amanda Irarrázabal, Camila Cijka, Javi Robledo Karapas y Valentina Villarroel, es un álbum de cuatro composiciones, dónde se generan procesamientos de audio de secciones de paisajes sonoros, grabaciones de campo, generación de síntesis y/o nuevos sonidos electroacústicos o acústicos.
Respondiendo a la idea de que “Todos los fenómenos auditivos interactúan con sus respectivos entornos de múltiples maneras; los reflejos, los ecos, el enmascaramiento y las interferencias influyen en la percepción humana. Los sonidos son tan frágiles como los seres vivos: se comunican constantemente entre sí y con su entorno” (Lehmann & Palme 2022).
Cada composición es un auto encargo que aborda la organización de los sonidos procesados para generar fenómenos psicoacústicos. Las compositoras han decidido trabajar sus obras con diferentes propuestas de organización del sonido en el espacio-tiempo, tanto desde la repetición de los sonidos modulares en un espacio arquitectónico, generación de tritonos, desarrollo de estaciones de ruidismo – granulación, y procesamientos de drones. Cada compositora ha decidido definir su paleta de colores y tomar las decisiones sobre cómo manipular los materiales sonoros.
Track List:
A1. “Derrames” (07:05) de Amanda Irarrázabal:
Piedras caen en el mar, viajan a las profundidades, invitan a oír desde la superficie hasta el submundo que se torna difuso e intrigante. Hay miradas desde arriba, hay miradas desde abajo. El sonido se mueve en un imaginario de organismos y seres de extraña belleza, la vida se sumerge hasta topar fondo y desde ahí busca escuchar el aire.
A2. “Iterar es ser otra en el tiempo” (07:04) de Camila Cijka:
Lo que se repite se convierte en algo diferente en su nueva aparición. Compuesto por sintetizadores analógicos, esta pieza sonora se construye en torno a drones envolventes y texturas meditativas de lenta y discreta evolución. Perdiendo el foco y jugando al instante, cuáles cartas adivinatorias. Para averiguar si hay algo por debajo de la sobre escritura, de la multiplicidad, del tiempo acumulado en el fondo continuo, denso y traslúcido. Errar para ensayar la fragilidad, la vulnerabilidad, lo de apariencia inmutable y la imposibilidad de repetirse. Iterar puede recuperar para sí las casualidades que el destino descartó.
B3. “Átomo Sonal” (07:00) de Javi Robledo Karapas:
La obra es una organización de los sonidos en diferentes estaciones temporales – espaciales, que generan estados mentales y perceptivos – corporales, incorporando la síntesis granular, de ahí su nombre. Propone el vacío entre las estaciones como un espacio de vibración permanente de la energía-materia qué fluctúa: “(…) las partículas transicionan de un tipo a otro descomponiéndolos radicalmente (…)” [Barad, 2023]. Un movimiento musical o sonoro, así como el sonido de instrumento se fragmenta en pequeños granos.
B4. “Infinidad” (07:00) de Valentina Villarroel:
El track ofrece un retrato del muelle Las Torpederas de Valparaíso. Los sonidos recogidosen este lugar se ensamblan para construir un collage sonoro que ilustra auditivamente ese espacio,explorando varios niveles de abstracción. Reuniendo grabaciones de un contexto en particular, la composición en tiempo real atiende a distintas formas de entender el paisaje sonoro, ya sea como contextos geográficos, estados de ánimo, texturas o elementos descontextualizados al servicio de una musicalidad específica. Finalmente, la pieza se grabó mientras se procesaba e improvisaba con dos pistas de grabación de campo, integrando el paisaje sonoro en un diálogo continuo con la creación musical.