CANCIONISTA – URUGUAY
Otro bienvenido Extended Play es Diurno, del canta – URUutor, multi instrumentista y productor musical Sebastián Jantos. Editado a fines de enero forma parte de un álbum en dos tramos que se completará en mayo con Nocturno. Por otra parte, también guarda cierta relación con la pandemia y sus contraindicaciones compositivas, ya que se construyó en “un fructífero diálogo creativo entablado a través de la virtualidad con varios colegas que se encontraban en una situación similar”. Como se puede deducir de los títulos y tal como lo explica el compositor, son canciones que comparten cierta unicidad, pero que se ajustan a imágenes “antagónicas, complementarias y cíclicas” como el día y la noche.
En esta primera mitad el ritmo lo marca el latido afro que se manifiesta desde la percusión y fusionado de diferentes maneras a lo largo de las cinco pistas, está el folclore afro-uruguayo, por supuesto, pero no se detiene ahí, ni para ir hacia las raíces en busca de sonidos sagrados, ni a diversas ramas de la herencia musical africana, incluso hasta alcanzar la copa electrónica del follaje. Hay cierto aire de ronda, de canto colectivo, de voz ancestral que se percibe desde que empiezan a sonar los tambores batá de Nico Arnicho en “Tu nombre”, la canción que inicia esta colección de nanas atávicas. “Cuando yo pronuncio tu nombre / desde el monte me respondes / Dentro de tu río se esconden / arcoíris, horizontes / Suenan los tambores en tu nombre / van a celebrar / Una maravilla se revela / luz llegando al mar”.
Diurno cuenta con un plantel de invitados que le aportan a cada surco su personalidad. Las voces de Cass, Lucas Lessa, los vientos de Checha Rodríguez y Emiliano Pereira o las guitarras de Florencia Cabezudo, Pedro Alemany y Alejandro Luzardo, por nombrar parte del combo. Y por supuesto, los tambores de Fede Blois que se anuncian en “Puro movimiento”, una especie de candombe dub cadencioso y sugerente. La percusión, en todas sus variantes, es mucho más que decorado, va al frente, es protagonista.
Al igual que en la obra de Nicolás Molina, en el trabajo de Jantos se destaca el tándem con voces femeninas. En “Candor” –Premio Ibermúsicas a la Creación de Canción 2021–, el canto siempre bien aderezado del autor se entrelaza con el de Laura Chinelli, quien suelta estrofas como quien susurra sueños en una siesta estival. Y en “Milongoncito” –canción que ganó el Premio Nacional de Música 2023 en la categoría candombe y merecería un premio por su nombre donde se fusiona un aumentativo con un diminutivo– el contrapunto es con Paulina Viroga sobre una base que pareciera estar tocada una tarde de verano en la esquina de Cuareim y la estela del cometa Halley.
Te quiero acá / hipnotizando el tiempo y sin dudar / Viajar hasta el principio y regresar / envuelto en la fragancia de tu altar / sacralizando el aire, Orixá / Robándole al destino la verdad / Danzando entre mis brazos, suspirar”. El final bien candombero de “Te quiero acá” deja la puerta semiabierta para que entre la noche del segundo capítulo a editarse en el otoño y es otra muestra de esa esencia que impregna toda la obra, el péndulo entre lo local y lo galáctico, lo presente y lo ancestral, lo célico y lo mundano. Como quien dice, desanda el camino y pinta el mundo para pintar la aldea.